El periodismo es un año más una profesión de riesgo en el mundo, con 97 periodistas asesinados, 174 en la cárcel y más de un millar de detenidos a lo largo de 2011, que fue uno de los peores años para la profesión según ReporterosSin Fronteras que ayer presentó su Informe Anual.
Los datos dados a conocer por la organización se refieren a 109 países,
especialmente las naciones árabes. Según Malén Aznárez, presidenta de RSF, “hace
un año presentábamos el informe 2010 mirando esperanzados ante la llamada
Primavera Árabe, que entonces comenzaba en Túnez y Egipto. Sin embargo, un año
después, no se pueden lanzar las campanas al vuelo en lo que a la libertad de
prensa se refiere”.
En este sentido señaló que en países como Egipto, los profesionales de
la información siguen siendo encarcelados, lo mismo que en Siria, aunque de
este país la información que llega de los problemas a los que se enfrentan los
periodistas es más bien escasa.
En general, los problemas que afectan a la labor informativa de los
profesionales son los mismos que en años anteriores: crimen organizado,
dictaduras, represión política y extremismo religioso, de manera especial en países
como México, China, Irán, Somalia o Eritrea.
Marruecos y México son dos países que acaparan especialmente la atención
en el Informe Anual 2011 que puede leerse en la web www.rsf-es.org El primero por los métodos que
utiliza el gobierno marroquí difamando a los medios y boicoteándolos según
señaló en el transcurso del acto Aboubakr Jamaï, fundador y director del
semanario “Le Journal Hebdomadaire”.
El segundo, por la espiral de violencia que padece. La periodista
mexicana, Rosa Isela Pérez, que durante años investigó y denunció la
extraordinaria violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, tuvo que
exiliarse en España como consecuencia de las amenazas y coacciones sufridas.
“La libertad de expresión en mi país está pasando por uno de sus
peores momentos como consecuencia de las presiones y amenazas por parte de
policías, militares y servidores públicos”.
En definitiva, un año 2011 en el que los periodistas seriamente
afectados por la crisis, siguieron jugándose la vida y la libertad para poder
seguir contando lo que sucede en el mundo.